CONTADOR DE VISITAS

viernes, 24 de junio de 2011

Málaga y Manchester City, dos estilos similares ¿con resultados diferentes?

En la Costa del Sol están en pleno éxtasis. No es por la llegada del verano, con el sol y los chiringuitos abiertos. Ni mucho menos. La llegada de Al Thani al Málaga durante la pasada temporada ha dado el pistoletazo de salida al inicio de un megaproyecto, donde todos los ‘boquerones’ quieren ver a su equipo entre los seis primeros puestos, optando a jugar Europa.  No es para menos cuando los malacitanos consiguieron eludir el descenso gracias a la recuperación a tiempo de Julio Baptista, fichaje estrella del mandato del jeque árabe y vital para la recta final de liga.

En una nueva temporada, Al Thani no ha puesto límites ni restricciones a Pellegrini para conformar una plantilla ‘top’, como diría aquél. Buonanotte (5 millones de euros), Van Nistelrooy (llega libre), Monreal (6 millones de euros), Mathijsen (1 millón de euros), Toulalan (10 millones de euros), Sergio Sánchez  (3 millones de euros) y Joaquín (4,5 millones de euros) son las nuevas incorporaciones de un Málaga que maneja una lista con posibles candidatos como Tasçi (Stuttgart), Pedro León (Real Madrid), Lucho González (Marsella), Otamendi (Oporto), Santiago Cazorla (Villarreal) o Ricky Álvarez (Vélez Sarsfield), entre otros muchos. Con un total de 29,5 millones de euros invertidos en una nueva plantilla (los nuevos fichajes suman una media total de 28,1 años de edad), el ambiente en Málaga es de auténtica fiesta. Europa es el objetivo y ya comienzan a retar a la bicefalia que sufre la Liga BBVA con Fútbol Club Barcelona y Real Madrid al frente de ésta.
Pero sin embargo, a quien suscribe estas palabras no se le puede resistir la idea de recordar el proyecto del Manchester City cuando en 2008 Al-Mansour desembarcó en el City of the Manchester con los bolsillos llenos de petrodólares y prometiendo a la afición títulos en su primer año. Si bien es cierto que tras tres años de agonías, el propósito del jeque está comenzando a coger forma (una plantilla equilibrada, con hambre de títulos y una idea de juego que se vio solidificada en la final de la FA Cup frente al Stoke City), pero los inicios no fueron tan bonitos como querían hacer pintar.
La plantilla del Manchester City durante la temporada 2008-2009 estaba compuesta por el siguiente once inicial: Shay Given; Javier Garrido, Vicent Kompany, Micah Richards, Pablo Zabaleta; Elano, Gelson Fernandes, Ireland, Shaun Wright-Phillips; Craig Bellamy y Robinho. De esos once jugadores, 7 fueron los fichajes durante esa temporada: Given (8 millones de euros), Kompany (8,5 millones de euros), Zabaleta (8 millones de euros), Elano (9,5 millones de euros), Wright-Phillips (10 millones de euros), Bellamy (16 millones de euros) y Robinho (42 millones de euros). En total, una inversión de 102 millones en siete jugadores titulares de la plantilla para un décimo puesto donde lograron conseguir únicamente 50 puntos. Después de tanto despilfarro y tantas promesas, la afición se sentía disgustada por no clasificarse, ni siquiera, para Europa. Durante los siguientes años, las inversiones fueron muchos mayores y no ha sido hasta en esta última temporada cuando el club de Eastlands clasificó para la máxima competición europea.

Dicen que las comparaciones son odiosas. Las inversiones de Manchester City y Málaga apenas se parecen. Mientras que los ‘Citizens’ ficharon sin cabeza, el Málaga ha demostrado rigor y orden para conformar una gran plantilla y no exento de un buen banquillo por si las lesiones surgen. El objetivo de dicha columna apela a la paciencia, a la tranquilidad de dejar al entrenador su trabajo, y calibrar una plantilla con nuevos jugadores que tendrán que conocer el estilo de juego de cada uno. La base está. La ilusión de la afición también. Tan solo falta que el tiempo haga su labor para que la afición ‘boquerón’ pueda gritar y animar a su equipo en los estadios más representativos de toda Europa.

martes, 14 de junio de 2011

La guerra del fútbol

Al fútbol siempre se le ha asociado con el término “negocio”. El dinero mueve los pilares básicos del “deporte rey”. Marketing, publicidad, contratos multimillonarios, conversaciones privadas….todo vale para conseguir un acuerdo sustancioso mientras se deja de lado la esencia y emoción de este maravilloso deporte. En Sudamérica, los hinchas menos salvajes viven en un estado constante de temor por la masiva presencia del narcotráfico en el fútbol. Parafraseando al ilustre periodista Ryszard Kapuscinski, “la guerra del fútbol” mueve a sus antojos el devenir de los futbolistas, asesinándolos, hiriéndolos o amenazándolos con tal de conseguir sus objetivos.


La violencia en el mundo del fútbol es algo tan antiguo como la propia creación del “deporte rey”. La tensión, la intensidad del juego, la presión por la victoria son factores que vuelven frenético las pulsaciones de nuestro corazón. De un tiempo hacia delante, la violencia ha ido cobrándose más víctimas. Discrepancias de opiniones o de sentimientos hacia sus colores provocan graves altercados fuera y dentro del terreno de juego. Desde reacciones improvistas por parte de los jugadores a posteriores agresiones entre los ‘hooligans’ de los equipos, pasando por graves enfrentamientos entre directivos de clubes.

La violencia existe tanto en Europa como en Sudamérica. Pero quizás el condicionante que agrava y diferencia las reyertas entre estos dos continentes sea el matiz de que en América del Sur todo se concentra en manos de sicarios y narcotraficantes, que emprenden el poder desde los estamentos deportivos.  Mientras en Europa los actos violentos suceden por desgracias naturales (véase la tragedia de Heysel) o peleas entre hinchas a la salida de estadios (véase enfrentamientos entre romanos y laziales), los “barrabravas” o sicarios y narcotraficantes comandan las decisiones de quien debe “vivir o morir”, sin arrepentimiento alguno.

Argentina, país con mayor grado de violencia
Resulta anecdótico situar a Argentina como líder en las estadísticas al país con mayor índice de ensañamiento. Los “barrabravas” encabezan la lista de estos actos. Como si dirigentes de clubes se tratasen, son quienes dan las órdenes desde la grada. Para muchos significan la pasión del deporte al ser considerados “el jugador número 12”. Para otros, una carga que soportar, y a la cual obedecer. Pero la realidad es que en muchas ocasiones la noticia es que esos violentos roban el protagonismo al deporte en cuestión.


Los “barrabravas” se deslizan en una delgada línea que separa la pasión por su equipo al fanatismo por unos colores, de los cuales son capaces de demoler al contrario. Durante los últimos años, han sido mucho los informes, noticias o rumores que afirman que estas organizaciones cuentan con la financiación económica y el apoyo de las autoridades de los equipos. Ya no es un secreto bien oculto, si no un grito que pide clemencia, pero que a pesar de ello, sigue en pie.



Fernando Cáceres, ex jugador de Zaragoza y Celta de Vigo entre otros equipos, es el último caso que salpica la actualidad.  Nacido en Buenos Aires, el central argentino desarrolló gran parte de su carrera  en España. El 1 de noviembre de 2009  volvió a reaparecer en escena tras ser protagonista en un asalto en la pequeña ciudad argentina de Ciudadela. Un grupo de asaltantes le rodearon y le dispararon a quemarropa en la cara, sin razón alguna. Actualmente, Cáceres se encuentra en rehabilitación después de perder el ojo derecho y sufrir una fractura en la base del cráneo.



La mano negra del narcotráfico en Colombia
Si hay un acontecimiento marcado por el inmenso mundo del narcotráfico en este país sudamericano, ese es la muerte de Andrés Escobar en 1994. Colombia se clasificó para el Mundial de Estados Unidos. Las aspiraciones eran altas, y la confianza depositada en el plantel bien valía millones de ilusiones. En el grupo A, Colombia cayó en la fase de grupos. Un gol en propia meta de Andrés Escobar frente a Estados Unidos se convirtió en la pesadilla del central. A su llegada a su ciudad natal, un grupo de sicarios liderados por Humberto Muñoz Castro desenfundaron sus pistolas y dispararon hasta en seis ocasiones a Escobar, lo que le produjo la muerte instantánea mientras era evacuado al hospital por las fuerzas sanitarias.


“Palomo” Usuriaga falleció a los 37 años de edad tras ser tiroteado por varios encapuchados mientras conversaba con varios amigos cercanos a su círculo de confianza en Cali. ¿El motivo? La simpleza por un amor. El joven sicario que se encargó de la muerte del futbolista alegó estar enamorado de la que era mujer de Usuriaga. El ex delantero del Málaga no es el único jugador fallecido en Colombia a manos del narcotráfico. Mosquera Torres fue disparado hasta en catorce ocasiones mientras conducía  su moto.


Francisco ‘Pacho’ Maturana confesaba hace poco tiempo en el programa de Canal + “Fiebre Maldini” que temió por la vida del excéntrico portero colombiano René Higuita. Durante los octavos de final del Mundial de 1990, Camerún se enfrentaba a Colombia. El partido terminó en empate, lo que dio lugar a la prórroga. Durante ese tiempo, Roger Milla salió a escena, y anotó dos goles para la victoria. El segundo gol fue por un error del portero, que acostumbrado a jugar al límite con los pies, perdió un balón que interceptó Milla y puso el 2-0 en el marcador. Pero ahí no queda la anécdota: Bernardo Redín marcó el 2-1 en el minuto 115, a falta de 5 minutos para el final. Maturana, técnico de Colombia, contaba que aquel gol le puso nervioso: “Tras el gol,  pensé que a Higuita le podía pasar lo peor. Muchos le culparían de nuestra eliminación. No es lo mismo perder 2-0 que perder 2-1. ¡Le podrían fusilar!”.


Los hilos de los juguetes rotos de Pablo Escobar
Pablo Escobar es conocido como el terror del narcotráfico en Colombia. Es la pesadilla que echaba pulsos a las autoridades colombianas. Es considerado como el mayor criminal de la historia, al ser el fundador del mayor cártel que ha existido en Colombia: el cártel de Medellín. Sus hilos no solo se movían en política, donde era el temor del Presidente Cesar Gaviria. Sus movimientos también estuvieron involucrados dentro del mundo del fútbol. El centrocampista colombiano Felipe Pérez murió en 1996 a manos de desconocidos.  El jugador tuvo contactos con Pablo Escobar y las estrategias de su cártel, y se presupone que su fallecimiento se debe a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de estupefacientes.


No fue el único en tener contactos con el líder del Cártel de Medellín. René Higuita visitó a Escobar en la cárcel, de donde destacó que eran “grandes amigos”. Drogas, un arresto por estar involucrado en un secuestro… Pablo Escobar movía a su antojo a las personas más representativas de su país. Freddy Rincón no estuvo involucrado con ninguna estrategia del fallecido líder del narcotráfico. Pero en cambio, sí que lo estuvo para otra organización, comandada por Pablo Rayo Montaño. En Brasil, fue acusado por haber “lavado” recursos ilegales procedentes de esta banda, según informa El Imparcial.

Un polaco a caballo entre Honduras y El Salvador
Con motivo de las eliminatorias para el Mundial de 1970, se sucedieron una serie de hechos  en Sudamérica en la celebración del partido entre Honduras y El Salvador. Entre ambos países se produjo un conflicto armado que se tradujo en la deportación masiva de granjeros y trabajadores salvadoreños de Honduras. Los hechos fueron calificados como “la Guerra del Fútbol” por el reportero polaco Ryszard Kapuscinski. La guerra fue breve y duró seis días, pero las consecuencias fueron  graves. Las muertes se cifraron alrededor de entre 4.000 y 6.000 civiles, y fueron algo más de 15.000 personas las que resultaron heridas. El encuentro entre ambas selecciones estuvo presenciando por hinchas de Honduras y de El Salvador, pero separados por cada fondo y con una barrera de 5.000 policías mexicanos entre ellos.


Este hecho es uno de los tantos ejemplos que existen hoy en día en el fútbol. Como la política de Gobiernos salpican y ensucian al deporte. Movidos por la ira de las decisiones gubernamentales, la gente encuentra en el deporte la manera de manifestarse y castigar al “enemigo”.

Sudáfrica: un sueño que no pudo hacerse realidad
Salvador Cabañas era uno de los delanteros con más forma en el América de México en los meses anteriores a la gran cita mundialística que iba a vivir Sudáfrica. Sus goles llamaron la atención de clubes de la Premier League, pero su ambición era conseguir un título con las Águilas. Era uno de los llamados a representar a Paraguay en el Mundial de 2010. Junto a Cardozo, formaría la lanza del ataque paraguayo.


Pero el 25 de enero de 2010 Cabañas fue herido de un disparo en la cabeza por “JJ”, un conocido traficante amigo suyo. Así lo desveló Valdéz Villarreal, conocido como “la Barbie”, quien prestó refugio a “JJ” y riñó por haberlo herido de bala. La estrategia era dañar al futbolista, pero la gresca entre Cabañas y “JJ” fue a más, hasta que el narcotraficante alojó una bala en el interior del cráneo del delantero del América. 



Actualmente, Cabañas tiene prohibido jugar al fútbol porque cualquier contacto del balón contra su cabeza podría desplazar la bala que tiene incrustada y provocarle la muerte instantánea.

Relaciones con el narcotráfico y secuestros: nuevas armas de represión
Durante la última década, Brasil se ha convertido en el país donde más secuestros a familiares de futbolistas se han cifrado. Pero también han aumentado las supuestas relaciones con el mundo del narcotráfico. Ante tal cantidad, en el país carioca han sido denominados como “secuestros express”, por la rapidez de su ejecución y por el poco tiempo que tardan en conseguir su propio beneficio. La ferocidad de este nuevo fenómeno no tiene límites: la hermana del ex jugador del Betis Ricardo Oliveira estuvo más de cinco meses secuestrada hasta que la policía de Sao Paolo localizó el lugar del cautiverio. Según fuentes policiales, la hermana del futbolista mostraba señales de desnutrición y deshidratación, y estaba recluida en una habitación sin ventanas.

Más conocido es el caso de Edevair de Souza, padre de Romario, que fue secuestrado en 1994 cuando salía de cenar de un restaurante. Los secuestradores reclamaron 7 millones por su libertad, pero la policía volvió a actuar con rapidez y descubrió el lugar de los hechos antes de que se pagase la cantidad exigida. Pero no todas las historias tienen el mismo final. El hermano de Juan Román Riquelme, Christian, fue secuestrado durante la estancia del argentino en Villarreal. Su liberación se llevó a cabo después del pago de 150.000 dólares. Lo mismo sucedió con la madre de Robinho, Marina da Silva, y que liberaron después de abonar 80.000 dólares. Todos estos actos no suceden de improviso. Normalmente, los malhechores aprovechan el buen rendimiento de los futbolistas con sus clubes para exigir un alto precio por la vida de sus familiares más queridos.

En el plano del narcotráfico, son varios los jugadores a los cuales se les ha vinculado con estas actuaciones ilícitas. El delantero brasileño Vagner Love fue el primero en sumarse. Al futbolista le sorprendieron al término de una fiesta acompañado por una serie de hombres armados que asociaron con el narcotráfico en una favela de Rocinha, localidad brasileña. El decrecimiento como futbolista de Adriano, estrella en su etapa en Parma e Inter de Milán, se puede deber a las campañas pro-narcotráfico que hizo durante su estancia en Brasil. Sus problemas con el alcohol le llevaron a relacionarse con grandes narcotraficantes, como lo es “Mica”. Anderson, centrocampista del Manchester United, y Ronaldinho, han sido relacionados con ‘Gigi’, uno de los capos mejor organizados en Rio Grande do Sul, al atribuirles conversaciones grabadas donde hablaban de drogas y fiestas con el conocido narcotraficante.

domingo, 5 de junio de 2011

Algo más que un simple penalti

11 metros de distancia entre el punto de la cal y la línea reglamentaria que separa el éxito del fracaso de la materialización de ese fenómeno de alegría llamado gol. Las gotas de sudor cayendo por la frente del ejecutor. El ejecutado escupe y golpea con fuerza sus guantes, preparando sus armas ante el ejecutor. Así pueden transmitirse los segundos previos al lanzamiento de un penalti. La tensión se convierte en un chute de adrenalina que puede provocar dos reacciones bien diferentes: éxito desenfrenado o pánico aterrador. Y es también así como se describe el idilio de Camerún desde el punto de penalti.

Desde 2005, el combinado camerunés tiene un problema psicológico desde los 11 metros. Fue en octubre de ese mismo año cuando la historia de Camerún en los penaltis se tornó de color negro. Corría el minuto 95 de partido cuando Camerún, en plena fase de clasificación para el Mundial de 2006, se jugaba el todo por el todo en un empate a uno contra Egipto que no le valía de nada. La gloria, pendiente de las botas del idolatrado delantero camerunés, Samuel Eto´o. Pero en contra de la lógica, se impone la paradoja y es Pierre Womé, ex jugador del RCD Espanyol, quien asume los galones y ejecuta el penalti. El lateral consigue engañar al guardameta egipcio, pero su disparo se estrella contra la madera y desaparece por la línea de fondo. El paraíso cerró sus puertas a cal y canto a las esperanzas de que Camerún entrase entre los clasificados al Mundial de 2006.

Días más tardes, todos se hacían la misma pregunta. ¿Por qué Eto´o no asumió su rango de capitán y ejecutó la pena máxima para colocar en el edén a su tan amada selección? El delantero explicó que Womé se le acercó y le dijo con total entereza: "Tengo confianza. Quiero tirarlo", asumió con total valentía el lateral. Pero al mismo tiempo que Eto´o explicaba sus razones, la ira de los aficionados no se hizo esperar y pagaron su descontento con el destrozo del Mercedes Benz del jugador y de su casa. Por suerte, su familia no sufrió ninguna agresión, a pesar de las amenazas y el consiguiente deterioro de la peluquería de la mujer de Womé.

Harto de las mentiras y de las acusaciones, Womé decidió salir del anonimato y explicar aquel fatídico día: "Nadie, ni Samuel ni nuestro capitán quería tirar el penalti. Todos sabíamos que podía pasar si se fallaba el penalti. Yo tuve atributos, lo tiré y volvería a hacerlo. Por esa razón me duelen las mentiras de Eto´o", explicaba. La indignación del ex espanyolista llegó a tal punto que incluso hubo varias llamadas telefónicas, que no obtuvieron respuesta por parte del 'león indomable'.

Pero la maldición de los penaltis no quedaba ahí. Un año después, contra Costa de Marfil, Camerún se veía en una eterna tanda de penaltis, que se llegó a prolonga hasta el vigésimo tercer lanzamiento desde los once metros. Turno de Samuel Eto´o, la segunda ocasión que le tocaba hacer frente a dicho trago. Su lanzamiento, a las nubes. El destino apeaba a Camerún de la competición una vez más.

Ayer día 4 de junio, Camerún se jugaba el todo por el todo contra Senegal y con Javier Clemente a las órdenes de los leones cameruneses. La historia, caprichosa como siempre, volvía a citar a Samuel Eto´o al punto de penalti. El todo o la nada. Nervioso, con la cara compungida, se armó de valor y se dispuso frente a frente ante el portero. Nuevamente, la mala fortuna se hacía presa de Eto´o, que fallaba su lanzamiento en el minuto 91 y daba el partido por empatado frente a Senegal, dando por nula cualquier posibilidad de que Camerún entre a la Copa de África de las Naciones de 2012. Samuel cayó desplomado al suelo, después de intentar cazar el rechace del larguero, preso de la impotencia de ver como la maldición se repite en las grandes citas.

Venerado en Camerún, Eto´o supone un estilo de vida para todos los jóvenes cameruneses, que sueñan con cruzar el mar, llegar a España y disfrutar de la aventura de Samuel por Europa. Ejemplo para muchos, la desdichada fortuna le da la espalda a un león que, a nivel de clubes, no le falta nada por conquistar. La eliminatoria supone un golpe de moral para una nación que vive fervientemente el deporte balompédico. ¿Las reacciones? Todos rezan para que las desgracias de Womé del pasado no vuelvan al presente.

sábado, 4 de junio de 2011

El reto de Frank Arnesen

En la ciudad de Londres, el dinero se convirtió en un arma todopoderosa. Con la llegada de Abramovich al Chelsea, los clubes londinenses quedaron relegados para dejar paso al Chelsea, un equipo dormido que a base de dinero ha ido construyendo una historia más gloriosa. ¿El mayor perjudicado? Un Arsenal que ha estado viviendo de las rentas de antiguas figuras conmemorativas del club como lo fueran Thierry Henry, Dennis Bergkamp, Patrick Vieira o Robert Pires. La llegada del magnate ruso aportó grandes cifras económicas a Frank Arnesen, director deportivo del Chelsea - llegado en 2005 de la mano de José Mourinho-, para que pudiese fichar grandes jugadores. No solo fue eso; el danés optó por potenciar una cantera basada en futuras promesas, surtiéndola de numerosos jugadores extranjeros.


Sin embargo, harto de las pretensiones económicas y de que sus jugadores escogidos, como Salomon Kalou o Obi Mikel, no disfrutasen de los minutos que él esperaba, optó por comunicar al club su decisión de no continuar ligado con la entidad. Ya asentado en Hamburgo, el talentoso ojeador danés, está montando un proyecto para el Hamburgo potencie la juventud y opte a ser competitivo en el futuro. Para ello, está tanteando un segmento del mercado que bien conoce: la cantera del Chelsea. Las tres últimas incorporaciones (Jacopo Sala, Mancienne y Bruma) son fruto de su trabajo en las categorías inferiores del Chelsea.


Con la metodología empleada, todo apunta a pensar a que Arnesen está enviando un mensaje claro a los altos cargos del Chelsea: "Aprovechad vuestra cantera". Pero no solo eso, sino que parece estar retando a un pulso a distancia a ver la posibilidad de que, quizás, con una mayor participación de dichos jugadores, los resultados del Chelsea podrían incrementarse, después de ver como los 'Blues' pierden fuelle temporada tras temporada por las altas exigencias del fútbol y su progresivo crecimiento en la edad de los jugadores.


Jacopo Sala, de origen italiano, tiene 19 años de edad. Su posición natural es centrocampista de corte ofensivo, incluso puede actuar en algún caso de extremo de las bandas. En 2007, Arnesen le sigue la pista y le incorpora a los 'Blues' desde la Atalanta. No llegó a debutar en ninguna ocasión con el primer equipo. Tras la confianza depositada en él, Arnesen vuelve a ofrecerle otra y firma un contrato de 3 años con el Hamburgo para demostrar el fútbol que no le dejaron en Stamford Bridge.


Michael Mancienne no es un “producto Arnesen”, pero podríamos incluirlo dentro de la formación Arnesen. De origen inglés y con ascendencia seychela por parte paterna, Mancienne es natural de las categorías inferiores del Chelsea. Es un central que puede desempeñar las labores de mediocentro defensivo. Desde principios de 2006, Mancienne formó parte de las convocatorias del Chelsea, pero en ningún momento formó parte del once inicial. Tras varias cesiones y consagrarse como jugador joven del año para el Queen Park Rangers, hizo su debut con el Chelsea en 2009 contra el Wigan Athletic, saliendo de inicio.  Su cesión al Wolves en 2008 le hizo crecer hasta tal punto de que Fabio Capello decidiese incluirle en la selección nacional, a pesar de que no debutase. Con un total de más de 100 partidos en 4 años y medio, Mancienne pone rumbo al Hamburgo para formar parte del proyecto de Arnesen durante cuatro años.


Los fichajes de Mancienne y Sala pueden unirse a la última petición de Arnesen: Jeffrey Bruma. Tras negársele los traspasos de Josh McEachran (de 18 años y considerado como el nuevo "Xavi), Obi Mikel o Salomon Kalou, el danés tiene interés en reforzar la zaga con el holandés pero las conversaciones para su negociación no están terminando de de funcionar. Llegó al Chelsea en 2007, después de su paso de dos años por el Feyenoord. Del gusto de Arnesen, nunca llegó a cuajar en Chelsea. Ni siquiere en Leicester City, donde ha disputado poco más de 10 partidos.


El objetivo de Arnesen es claro. Bajo su currículum se encuentra el descubrimiento de jugadores como Ronaldo, Robben o Stam, que siendo muy jóvenes, les dio confianza para jugar y demostrar el talento que llevaban dentro. No falló. En su nueva aventura, Arnesen busca el mismo objetivo. Demostrar al Chelsea el error de no confiar en su propia cantera y dar el paso regeneracional que tanto necesita el equipo.

Lo que sí está claro es que se trata de un proyecto valiente y que requiere tiempo. Las inversiones son arriesgadas, y como todo producto, hay que dejarlo macerar para su progresión. Como se diría en el mundo empresarial ante los emprendedores, si le sale bien la jugada, tuvo suerte. Si en cambio fracasa en su intento, será tildado como vidente cegato. ¿Héroe? ¿Villano? Frank Arnesen está, probablemente, ante el reto de su vida: dar a entender al mundo del fútbol una concepción de confianza en los jóvenes valores en un contexto histórico donde la crisis y la mediaticidad reinan en un deporte que va perdiendo su esencia día tras día.