CONTADOR DE VISITAS

viernes, 31 de diciembre de 2010

Borreguismo ilustrado

La rueda de prensa de Mista deseando visitar la Cibeles, la esperpéntica presentación con balón incluido de Marcelo 'Pato' Sosa, la puesta en público de deshonrrosas contrataciones del calibre como 'Pollo' Olivera, Richard Nuñez o Cléber Santana, entre otros....El Vicente Calderón se ha rodeado durante la última decada de lo más casposo en cuanto a materia de fichajes. La puesta de largo de las nuevas caras rojiblancas en el césped siempre han sido sinónimo de temor al ridículo. Una vez más, y sin que sirva de precedente, la presentación del centrocampista venido del Corinthians, Elías, ha pasado a la lista del 'top de despropósitos' del Club Atlético de Madrid.


Su posición en el campo recuerda a la de Cléber Santana, que llegó con el cartel de ser "el nuevo Deco". Su marcha de Brasil fue con un guiño hacia la "torcida" del Corinthians: "Lamentablemente, me voy al Atlético de Madrid". Antes de llegar, el nuevo fichaje de los colchoneros de cara al mercado de invierno es apaleado antes de pisar tierra nacional. Sin contar que, ningún especialista en fútbol internacional se pone de acuerdo sobre si sus características como futbolista son de centrocampista ofensivo o defensivo, si es capaz de crear o destruir.

Ayer jueves, durante su presentación en el Vicente Calderón con su nueva camiseta, al jugador brasileño le cayó del cielo una bufanda rojiblanca, con el lema "vikingo, tus cuernos ensucian mi ciudad". Elías, sin saber una palabra de castellano y con tal de agradar al difícil público del Calderón, recogió la bufanda antimadridista para posar ante los medios con cara de felicidad, sin que ningún miembro del Club impidiese esta sonrojante anécdota. La verdad es que el brasileño hubiese recogido tanto la bufanda como cualquier otra cosa insospechada que le hubiesen tirado los borregos "antiatletistas" allí presentes. Y digo "antiatletistas" porque es lo que son de verdad. Un fiel colchonero ha de representar los colores rojiblancos, animar a su equipo en las duras y en las maduras, sin acordarse del vecino rival.


Y es que es normal que el Real Madrid mire, año si y año también, al Atlético de Madrid por el retrovisor. Los equipos campeones se hacen a base de humildad y sin entrometerse en asuntos ajenos. La realidad es que el aficionado de a pie colchonero ha llegado a obsesionarse con el odio hacia el merengue, en querer superarle como sea. El objetivo principal se ha convertido en derrocar el liturgio de años que llevan los rojiblancos sin ganar en feudo blanco. Y recordemos que la última vez que ocurrió eso, el Atlético de Madrid estuvo vagando durante dos años por el infierno de Segunda División.

Sin comerlo y beberlo, el principal perjudicado va a ser el nuevo fichaje. La aclimatación en este equipo es muy difícil, y Elías va a ser recordado por su presentación con tan lamentable bufanda. Esperemos que su adaptación sea lo más rapido posible, y que este feo detalle pueda ser olvidado con goles, asistencias, victorias y triunfos, sin olvidar que para ser grandes, hay que ser humildes con todos nuestros rivales.

martes, 28 de diciembre de 2010

Houllier se ahoga con el Aston Villa

No pintan bien las cosas para el Aston Villa en esta primera vuelta de la Premier League. Tras 20 partidos disputados, el equipo de la ciudad inglesa de Birmingham se encuentra coqueteando peligrosamente con el descenso. Los inicios fueron algo turbios, con la dimisión de Martin O´Neill por falta de ambición y dinero para fichar. Muchos acusaron al técnico escocés de codicioso, pero como diría Gordon Grekko en la película Wall Street: "La codicia es buena".

Gerard Houllier llegó al banquillo de los "Villanos" en la tercera jornada, cogiendo a un equipo con dos victorias y una sonrojante derrota (6-0 frente al recién ascendido Newcastle United). Suponía su retorno a la Premier League tras su paso por el Liverpool en 1998, donde tuvo varios problemas y salió por la puerta de atrás para recalar posteriormente en el Olympique de Lyon. A sus 63 años, cogía las riendas de un equipo lleno de jóvenes promesas y con las ganas de "unirme a este gran e histórico club de la Premier", aseguraba Houllier en su presentación. El técnico francés admitía sentirse muy orgulloso al hacerse con este puesto, viéndose obligado a renunciar a su cargo en la FFF.



Sus palabras una vez ya presentado como técnico oficial no concuerdan con sus resultados. El francés abogaba por un Aston Villa ganador, "un club para estar arriba y que progrese en Europa". Y la verdad es que sus inicios se distanciaron mucho de sus primeras sensaciones. Los partidos del club de Birmingham se cuentan por derrotas. 3 partidos ganados, 7 perdidos y 5 empatados, con 16 goles a favor y 28 en contra, son las estadísticas de un club que mira con reojo los puestos de descenso.

La gestión de Houllier no está siendo tan grata como se podía esperar. Incorporaciones como la de Pires a un equipo plagado de jóvenes promesas (Barry Banan, Fabian Delph, Stephen Ireland, Albrighton, Young, Delfouneso...) rompen con el futuro del equipo. Los resultados no están llegando, las lesiones hacen mella y la desconfianza y la dinámica negativa en la que han entrado sus jugadores ponen en serio peligro la estabilidad del club.

Houllier llegó con la idea de, poco a poco, ir subiendo peldaños en la clasificación. Pero la realidad refleja que, semana tras semana, el equipo de Birmingham se estanca a la hora de escalar una montaña que se está haciendo muy pesada. El equipo tiene margen de mejora, pero las ganas y el valor han de mostrarse dentro del campo. En el último partido del equipo, frente al Manchester City, el Aston Villa perdía por 2-0 en los primeros 20 minutos. El francés asistía atónito a la victoria de los 'Sky Blues' a medio gas y trotando.

Las diferencias en los puestos de abajo son mínima, y cualquier traspié puede sumirte en lo más profundo. El fantasma de la Championship se asoma, y a Houllier se le está acabando el crédito para alejarse de los reflejos fantasmagóricos. El reloj suena: tic, tac, tic tac....



sábado, 4 de diciembre de 2010

Europa del Este ya tiene su premio gracias al factor económico

Decepción en Zurich. Finalmente la Candidatura Ibérica formada por España y Portugal para ser la sede organizadora del Mundial 2018 no ha tenido el premio que se esperaba. El Comité Ejecutivo de la FIFA designó a Rusia como la candidatura mejor preparada para albergar el Campeonato del Mundo en 2018, dejando en la cuneta propuestas firmes como la de Inglaterra o la de Holanda y Bélgica.
La candidatura de Rusia es, cuanto menos, muy curiosa. Su presentación ante el mundo FIFA fue la de servir de conexión entre Oriente y Occidente, basándose en la ilusión y la esperanza por crecer año tras año, y fundamentada en lo económico. Poderoso caballero es don dinero. Era la tapada, pero los billetes verdes y un proyecto aún por cimentarse le han aupado a la victoria final, convirtiéndose en el primer país de Europa del Este en llevar a cabo un acontecimiento deportivo de tal calibre.


La empresa es difícil, pero no imposible. La red de transportes públicos y las conexiones entre las ciudades rusas son muy pobres y algo desfasadas, y 13 de los 16 estadios propuestos  para albergar los partidos ni siquiera se han empezado a construir. Para ello, y de la mano del Gobierno presidido por Vladimir Putin y la amabilidad donativa de Roman Abramovich, invertirán una cifra alrededor de los 7.500 millones de euros para dar la imagen exacta que requiere la FIFA.

Sin embargo hay algo que huele mal en toda esta historia. La Candidatura Ibérica partía como la favorita, pero según se acercaba “el Día D” Inglaterra se postulaba como la presunta ganadora. El sorteo  se esperaba el jueves a las 16.00 horas, pero Joseph Blatter no pronunció el nombre del ganador hasta las 16.49 horas. Lo extraño reside en que a las 16.22 horas se filtró un rumor muy fiable de que Rusia iba a ser la ganadora. Incluso se dijo que Inglaterra quedo apeada en la primera criba. Dicho y hecho. Tal y como se adelantó, Rusia se alzó contra todo pronóstico, e Inglaterra no pasó de la primera ronda.

Como contrapunto tenemos a España y Portugal, que con una postura basada en “llegar a la fibra”, se ha tenido que conformar con quedarse a las puertas. Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, no escondió su tristeza tras conocer el resultado. “Esperaba convencer a más gente para que nos apoyaran, pero no pudo ser”, confesaba Villar en Radio MARCA. La frustración llega a puntos insospechados. El propio Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, afirmó que “he aprendido a perder”. Y es que España sigue dando tumbos en la organización de grandes eventos deportivos: de corazonadas a descorazonadas. El próximo objetivo está en conocer el país ganador de la organización  de la Eurocopa 2020. ¿Será esta vez la definitiva?