Su posición en el campo recuerda a la de Cléber Santana, que llegó con el cartel de ser "el nuevo Deco". Su marcha de Brasil fue con un guiño hacia la "torcida" del Corinthians: "Lamentablemente, me voy al Atlético de Madrid". Antes de llegar, el nuevo fichaje de los colchoneros de cara al mercado de invierno es apaleado antes de pisar tierra nacional. Sin contar que, ningún especialista en fútbol internacional se pone de acuerdo sobre si sus características como futbolista son de centrocampista ofensivo o defensivo, si es capaz de crear o destruir.
Ayer jueves, durante su presentación en el Vicente Calderón con su nueva camiseta, al jugador brasileño le cayó del cielo una bufanda rojiblanca, con el lema "vikingo, tus cuernos ensucian mi ciudad". Elías, sin saber una palabra de castellano y con tal de agradar al difícil público del Calderón, recogió la bufanda antimadridista para posar ante los medios con cara de felicidad, sin que ningún miembro del Club impidiese esta sonrojante anécdota. La verdad es que el brasileño hubiese recogido tanto la bufanda como cualquier otra cosa insospechada que le hubiesen tirado los borregos "antiatletistas" allí presentes. Y digo "antiatletistas" porque es lo que son de verdad. Un fiel colchonero ha de representar los colores rojiblancos, animar a su equipo en las duras y en las maduras, sin acordarse del vecino rival.
Y es que es normal que el Real Madrid mire, año si y año también, al Atlético de Madrid por el retrovisor. Los equipos campeones se hacen a base de humildad y sin entrometerse en asuntos ajenos. La realidad es que el aficionado de a pie colchonero ha llegado a obsesionarse con el odio hacia el merengue, en querer superarle como sea. El objetivo principal se ha convertido en derrocar el liturgio de años que llevan los rojiblancos sin ganar en feudo blanco. Y recordemos que la última vez que ocurrió eso, el Atlético de Madrid estuvo vagando durante dos años por el infierno de Segunda División.
Sin comerlo y beberlo, el principal perjudicado va a ser el nuevo fichaje. La aclimatación en este equipo es muy difícil, y Elías va a ser recordado por su presentación con tan lamentable bufanda. Esperemos que su adaptación sea lo más rapido posible, y que este feo detalle pueda ser olvidado con goles, asistencias, victorias y triunfos, sin olvidar que para ser grandes, hay que ser humildes con todos nuestros rivales.