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sábado, 5 de febrero de 2011

Triunfos y fatiga: ¿malos compañeros?

Mi equipo no está acostumbrado a jugar dos partidos por semana”, decía José Mourinho la pasada semana en rueda de prensa. Atónitos, los periodistas presentes en Valdebebas no sabían si aguantar el tipo (y las carcajadas) o quedarse estupefactos ante las palabras del técnico portugués. ¿Cómo un equipo de élite es incapaz de aguantar el ritmo de tres competiciones?

Las declaraciones de Mourinho crearon un ambiente de perplejidad. ¿Es uno de los enésimos shows del luso, o en cambio quiere hacer patente el lamentable estado físico de sus jugadores? Es evidente que aquellos futbolistas que comenzaron como balas a principio de temporada se están diluyendo, e incluso borrándose, de algunos partidos. Sus acciones ya no son tan eléctricas ni sorprenden a su rival. Uno de esos bólidos, Ángel Di María, ha reconocido abiertamente estar fatigado. Pero no es el único: las acciones de Cristiano Ronaldo ya no provocan tanta expectación, la magia de Mesut Ozil es intermitente a la par de sublime, una combinación explosiva tanto para lo bueno como para lo malo, y el estado actual de Benzemá de cara a gol es más que dudoso. Lo más preocupante de esta situación en donde los jugadores no se exhiben, pero si rematan los partidos, es que la mala forma física llega en febrero, cuando aún ni la ‘Champions League’ ni los partidos decisivos para el título ha hecho mella.


Durante la pretemporada, el periodista Diego Torres hacía una entrevista para El País a Sergio Ramos, donde debatieron de diversos temas sobre la nueva planificación del Real Madrid tras la llegada de ‘The Special One’. En un profundo análisis sobre los métodos de Mou, Diego Torres hizo referencia al apartado físico: “¿Cómo se entrenan? ¿Cómo es la preparación física?”, preguntaba. El lateral andaluz destacó que el portugués no hacía diferencias entre teóricos  titulares y suplentes, y que los ejercicios eran los mismos para toda la plantilla. “Con balón. Aquí hemos tenido de todo. Hubo entrenadores que nos ponían carrera continua, ejercicios de resistencia. Nos llevaban a Austria a subir montañas. Con Mou siempre fue todo balón. Y ahora nos encontramos fenomenal sin haber sufrido”, explicaba Sergio Ramos, comparando la metodología de Pellegrini y otros técnicos que han pasado por la ‘casa blanca’, con la de Mourinho.


A 7 puntos del actual líder, muchos seguidores merengues dan por tirada la Liga. El entorno en el Bernabéu es relativamente positivo y el pensamiento es que aún queda mucha liga. Quizás, esa comparativa que hacía pública el Campeón del Mundo Sergio Ramos entre Mourinho y Pellegrini establezca las diferencias de llegar en perfectas condiciones físicas o la de sufrir un notable bajón en un período de 5-6 meses. Decía Antonio Parra que “cuando se quiere algo de verdad, desaparecen del vocabulario las palabras aburrimiento, cansancio y desilusión”. Y acogiéndonos a esta premisa, el Real Madrid aún no debe de tirar la toalla.


Los picos de forma física son un factor importante en toda la trama futbolística. Las esperanzas del Real Madrid pasan por aguantar y mantener el tipo durante el duro mes que le espera, con partidos de competición europea y de liga, y esperar que sus principales rivales lleguen a ese momento de saturación física y de verse obligados a repostar el combustible para seguir acumulando kilómetros. La factura de la fatiga del aspirante es una losa pesada en la lucha por el título, pero la casta y valentía, valores históricos y tradicionales del club de Chamartín, le obligan a pelear hasta el final. “No se hacen grandes cosas sin grandes fatigas”, decía Voltaire, filósofo del siglo XVIII. A este lema se acoge Mourinho, que desviando la atención, piensa contemplar la nieve hasta caer de cansancio, o lo que es lo mismo, luchar hasta el final para triunfar en España y devolver la gloria al Real Madrid.

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